La sensibilidad dental se define como un dolor dental agudo causado por la exposición de la
dentina y que aparece tras el contacto con estímulos externos aparentemente inofensivos
como el calor o el frío, dulces o ácidos, o por tacto, y que no puede asociarse con cualquier
otro tipo de patología bucal.
Las posibles causas son:
🦷Higiene bucal deficiente: El cepillado con excesiva fuerza puede provocar recesión
gingival(de la encía), abrasión cervical y apertura de túbulos dentinarios.
🦷Dietas y bebidas ácidas: Determinados alimentos tienen un pH bajo que contribuye a la
erosión del esmalte y del cemento, como pueden ser los cítricos, las mermeladas, el yogur,
el té, el vino o los refrescos.
🦷Bruxismo: Los pacientes que sufren bruxismo tienen desgastes y fracturas incisales y
oclusales. Las tensiones derivadas del rechinar de los dientes provocan su flexión a nivel
cervical y la pérdida de los cristales que lo conforman, permitiendo el contacto de la dentina
con el medio oral.
¿Cómo se puede reconocer?
- Dolor exagerado ante un estímulo sensitivo leve.
- Duración del dolor limitada al tiempo que dura el estímulo.
- Perfecta localización del diente afectado y de la zona de dolor en el diente.
Soluciones:
Para evitar esta incómoda sensación se recomienda llevar una dieta equilibrada, no abusar
de alimentos ácidos ni azucarados, ya que su ingesta contribuye al desgaste del esmalte
dental.
Además es fundamental realizar un buen cepillado dental al menos dos veces al día con
una pasta de dientes específica.
